Javier Pavía (Desfase 06).
Año 2036. Tras el aplastante triunfo de Podemos, el presidente Iglesias gobierna el país con mano férrea, apoyado en su flamante ministro del Interior, El Rubius. Los partidarios de Froilán I, azuzados por un nonagenario Felipe González y las cabezas del Ibex 35, han provocado una guerra civil que cambia las tornas, obligando al Pablo del futuro a viajar al pasado, para convencer al Pablo del pasado, de que ha de dimitir para evitar el desastre.
¿Cómo reaccionará el Pablo Iglesias, recién investido, ante semejante propuesta?
¿Puede salvarse España?
Frenético y onírico relato entre el absurdo y la parábola con toques de wenstern.
Javier Pavía
1982, Madrid.
Es licenciado en Periodismo, aunque no le gusta que la gente conozca este vergonzoso detalle. Actualmente trabaja en las redes sociales de la Biblioteca Nacional de España, donde intenta compaginar el tono serio y formal con la esquizofrenia paranoide.
Es autor de dos novelas de fantasía absurda: El examen final (2014) y su secuela, Tic tac (2016).
Pablo contra Pablo
Javier Pavía
Edición eBook
ISBN: 978-84-946139-4-4 (epub)
Fragmento:
La primera reacción a la muerte del Presidente Iglesias fue la estupefacción total. Había tanta gente que pedía su cabeza, de forma figurada o literal, que lo extraño era no saber quién lo había hecho. Twitter ardió con mensajes de condolencia y de celebración y las plazas de las ciudades de toda España se repartieron más o menos equitativamente entre quienes lloraban con el puño en alto y los que celebraban con pasodobles y capeas.
Cuando el Ministerio del Interior confirmó la muerte de Pablo Iglesias, sin apenas más detalles, media España se lanzó a la calle a llorarle como si se acabara el mundo y la otra mitad a celebrarlo con champán, coca y putas. Los de los lloros abarrotaron la Puerta del Sol y establecieron acampadas en otras plazas que permanecieron como pequeñas ciudades autónomas y un poco desaseadas. ABC los llamó “las putas comunas hippies de los cojones”, y cada mañana la COPE entrevistaba a una señora muy asustada por las prácticas satánicas y homosexuales que sucedían en esos antros de perversión y pecado mortal.
Po otra parte, los del champán, la coca y las putas se gastaron una millonada de euros en festejos. En el hotel Palace de Madrid se dio cita lo más millonario y putero de España para una orgía desenfrenada de cinco días y cinco noches. Algunos Borbones (el rey no, por supuesto. Borbones de segunda fila, muy poco Borbones. Casi Habsburgo), varios líderes del PP y del PSOE de los de antes de que se dejaran de zarandajas y se fusionaran en un solo partido, presidentes y expresidentes autonómicos que hasta hacía doce horas se echaban en cara la decadencia de sus respectivas regiones, el Consejo de Estado al completo, la cabeza incorrupta de Felipe González conectada a un robot con chaqueta de pana. Y ZP solo, en un rincón, sin hablar con nadie, mientras una prostituta rusa le daba cháchara esperando no tener que follárselo. Aznar disfrazado de Franco, cantando el Cara al sol a voz en grito mientras Rajoy y su novio se daban el lote después de marcarse una de Pimpinela en el karaoke. Por invitar, invitaron hasta a Gallardón, aunque nadie le hablaba desde hacía dos décadas